Los Sachapuyos edificaron imponentes ciudadelas en las cumbres de las montañas, para aprovechar al máximo las tierras cultivables.
Sus pétreos templos y fortalezas, armonizaban con la incomparable belleza paisajística de la región. Una muestra de la grandeza de este pueblo, del que se conoce muy poco, es la ciudad fortificada de Kuelap, una joya que deslumbra a 3,000 m.s.n.m.
La ciudadela de Kuelap, en el departamento de Amazonas, es única por sus características y no puede ser comparada con ninguno de los restos arqueológicos del Perú. Su nombre deriva de la deformación de la palabra "Cónlap", que es la denominación de un pueblo que habitaba la zona y tributaba a los españoles en 1591.
Kuelap está formada por una serie de terraplenes de 15 a 20 metros de ancho, sobre las que se alzan formidables muros inclinados. Destacan sus entradas construidas en forma de embudo, con un ancho de 3 metros en la parte exterior y 70 centímetros en el interior.
Algunos estudiosos señalan que Kuelap descubierta en 1841 por el juez de 1ra instancia Juan Crisóstomo Nieto, fue habitada entre los años 500 y 1,000 d.C y que en su construcción se habría utilizado 25`000,000 de metros cúbicos de material, tres veces más que el volumen de la gran pirámide de Keops, en Egipto.
Los habitantes de Kuelap, abandonaron su ciudad antes de la llegada de los españoles, por razones que hasta hoy no han sido descubiertas. El sabio italiano Antonio Raimondi, el primero en estudiar la zona en 1860, encontró en el lugar el esqueleto de un hombre de dos metros de altura y cráneos con cabellera rubia, lo que creó un misterio no descifrado hasta hoy.
En Kuelap todavía hay mucho por descubrir e investigar. Por ahora, esta ciudad de 584 metros de largo, 110 metros de ancho y muros de 20 metros de altura, sigue cubierta por un velo de enigma y misterio, que cubre a todo aquel que la visita